Cada 19 de agosto, el mundo celebra el Día Mundial de la Fotografía, una fecha que rinde homenaje a esa pasión universal de capturar instantes, emociones y perspectivas únicas. En redes sociales abundan imágenes espectaculares, en galerías y estudios se comparten historias visuales, y fotógrafos —profesionales o amateurs— recuerdan por qué un clic puede ser tan poderoso. Pero, entre cámaras de última generación, lentes luminosos y accesorios de todo tipo, suele olvidarse un detalle clave: la verdadera magia no termina en el momento de disparar, sino en el instante en que observamos, editamos y damos vida final a cada imagen. Y ahí, el monitor se convierte en el verdadero héroe silencioso de la creatividad.
Serie ViewFinity: maximizando la creatividad y la facilidad de uso
En fotografía, la calidad de lo que ves es tan importante como la calidad de lo que capturas. Un buen monitor no solo muestra tu trabajo; lo interpreta con fidelidad, respetando los matices, la profundidad y la intensidad de cada color. Y en este punto, la línea ViewFinity de Samsung se posiciona como una herramienta imprescindible para quienes valoran la precisión y la experiencia visual sin concesiones.
Optimizada para creativos y profesionales y creada con prácticas responsables, la última línea ViewFinity incluye tiene un diseño elegante y minimalista, con biseles delgados y un soporte ajustable en altura, se complementa con altavoces integrados, proporcionando una experiencia multimedia completa. Particularmente el ViewFinity S9 es una herramienta indispensable para diseñadores, fotógrafos y otros profesionales creativos.
El valor de ver más y mejor
Imagina que trabajas en un paisaje lleno de detalles: la textura de las rocas, el matiz dorado del atardecer, las sombras sutiles que dan volumen a la escena. El ViewFinity, con un impresionante resolución 5K (5120 x 2880 píxeles) garantiza imágenes nítidas y detalladas, junto a una capacidad de calibración del color precisa, esencial para trabajos que requieren alta fidelidad de color. Equipado con múltiples opciones de conectividad, como puertos USB-C, Thunderbolt 4 y DisplayPort, este monitor también ofrece soporte para contenido HDR, mejorando el rango dinámico y la profundidad de color.
Su tamaño también marca la diferencia. Con modelos que alcanzan las 37 pulgadas en formato 16:9, la superficie de trabajo es amplia y cómoda. Esto no solo significa más espacio para tus fotografías, sino también la posibilidad de tener abiertas varias herramientas de edición, referencias y bibliotecas sin que todo se sienta comprimido. Es, en esencia, un lienzo más grande para tu creatividad.
Comodidad para las largas sesiones de edición
Quienes han pasado horas frente a la pantalla ajustando niveles, corrigiendo imperfecciones o afinando la gradación de color saben que la fatiga visual es real. Por eso, ViewFinity incorpora el sistema Intelligent Eye Care certificado por TÜV Rheinland, que ajusta automáticamente la temperatura de color según la iluminación del entorno y reduce la luz azul para proteger la vista. Su tecnología sin parpadeos y su modo de protección ocular hacen que esas jornadas maratónicas de edición sean menos desgastantes y más productivas.
Más allá de la imagen
Aunque el Día Mundial de la Fotografía es la excusa perfecta para hablar de monitores, la realidad es que ViewFinity no se limita a la edición de imágenes. Su fidelidad de color, amplio espacio de trabajo y ergonomía lo convierten en un aliado para creadores de video, ilustradores, diseñadores gráficos e incluso para quienes simplemente disfrutan de consumir contenido visual en alta calidad.
En un mundo donde las cámaras son cada vez más potentes y los softwares de edición más completos, es fácil olvidar que el último eslabón en la cadena creativa es lo que vemos en pantalla. Si el monitor no está a la altura, todo el esfuerzo previo pierde impacto. Por eso, en este Día Mundial de la Fotografía, vale la pena recordar que tu cámara capta la imagen… pero es tu monitor el que la revela ante tus ojos.
Con ViewFinity, cada detalle cuenta, cada color importa y cada sesión de edición se siente como una experiencia inmersiva, cómoda y precisa. Porque capturar el mundo es solo la mitad del trabajo; la otra mitad es verlo tal cual lo imaginaste.